La pandemia del COVID-19 pasará a la historia porque además de poner en riesgo la salud de la sociedad a nivel mundial, pone en peligro la ya debilitada economía mundial. Estar en medio de la situación imposibilita saber cuál será el impacto real de la pandemia, la gravedad del golpe dependerá del tiempo que se tarde en controlar, los efectos podrían ser tres: el primero visto gráficamente sería un impacto en forma de “v” que solo sería una disminución pequeña en la producción mundial; en el segundo, la situación se complica levemente gráficamente se vería como una “U” y la disminución se aproximaría a la anticipación realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE, (2020) de un recorte de 1,5 % de crecimiento mundial para el 2020; y el ultimo escenario, el menos favorable seria representado gráficamente como una “L”, lo que significa una caída muy notoria de la producción, acompañado de un estancamiento que se alarga en el tiempo y del cual costara salir. Este último se traduciría en una serie de males económicos y sociales como el aumento del desempleo y subempleo, salida de empresas, debilitamiento de todos los sectores productivos e incapacidad presupuestaria estatal que se reflejaría en un debilitamiento mayor de sistemas educativos, pensionales y sanitarios.
La incertidumbre del momento, hace que los análisis económicos alrededor del virus tengan un alto componente especulativo, al igual que las acciones económicas que más relucen en los medios, como la caída de las bolsas de valores y los apresurados análisis macroeconómicos, que al ser a nivel macro requieren una visión general casi imposible de ver en la actualidad, además del actuar de los agentes económicos, como los consumidores, que por la incertidumbre actúan como una bandada de peces que genera presión en los precios creando una inflación por demanda, inflación que se agrava por la interrupción de la oferta, dadas las medidas empresariales para la prevención de contagio del virus.
Así mismo, el sistema financiero exhibe un comportamiento apresurado glutamine en la venta de carteras que trasladan el capital hacia activos seguros como el oro o la deuda extranjera, lo cual sumado a la disminución del precio del petróleo, aumenta más aún el precio del dólar, y en economías en vía desarrollo, como la colombiana, devalúan la moneda local disminuyendo la capacidad de compra de productos extranjeros y aumenta la deuda externa, esto, junto con el aumento de gasto social (subsidios y trasferencias), pone en riesgo la estructura presupuestaria de países que dependen en gran parte de la exportación de petróleo.
Al igual que el virus, la propagación de la crisis se dará a causa de la globalización y la interdependencia de los países, el frenazo económico primero relucirá en China, que, según las perspectivas económicas de la OCDE (2020) la desaceleración del PIB caerá por debajo del 5 % y repercutirá en sus aliados comerciales y vecinos territoriales como Japón, Corea, Australia, por el papel clave al ser el gigante asiático proveedor tanto de bienes intermedios como de bienes finales en casi todo el mundo. El efecto en los demás países se visualizará en el segundo y tercer trimestre del 2020 y en 2021. De manera especulativa se podría decir que los países más afectados sanitariamente como España, Italia y Estados Unidos también tendrán repercusiones económicas mucho más fuertes.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe CEPAL, (2020) el panorama de América Latina y la región del Caribe es mucho más preocupante, pues la CEPAL prevé una contracción de 1,8 % del producto interno bruto, lo que podía ocasionar que el desempleo de la región suba en diez puntos porcentuales que se traduce en un total de 620 millones de personas, además la subida del número de pobres de 185 a 220 millones de personas, en tanto que la pobreza extrema podría aumentar de 67 a 90 millones.
El decrecimiento económico es inevitable y ya empezó, por lo tanto, la colaboración de la población en la respuesta a las medidas de contención, junto con la inmediata toma de decisiones del Estado y el sector privado para proteger a la población más vulnerable, son las medidas más eficaces para contrarrestar los posibles efectos del Covid-19; el miedo ciudadano, la mala gestión de las medidas fiscales, monetarias y de mitigación costaran graves periodos de recesión. Es responsabilidad de todos, quédate en casa.
Referencias:
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). 2020. Graves efectos del brote de Covid-19 sobre las perspectivas económicas.
Comisión Económica para América Latina y el Caribe. CEPAL (2020) COVID-19 tendrá graves efectos sobre la economía mundial